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miércoles, 19 de enero de 2011

ALICIA NO ESTA SOLA EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS



Octubre 2009
Estimados lectores,

En este capítulo del blog, quiero pasar un tiempo describiendo situaciones cotidianas, situaciones que ocurren día a día en la vida de un mochilero que tal vez, son más interesantes para el lector que una mera descripción de un paisaje o una actividad. Es muy importante saber lo que ve un viajero, pero también lo es saber lo que vive y experimenta. Voy a contarles una seguidilla de historias que en lo que me vi involucrado las ultimas semanas. Es un buen momento para buscar un cafe, cortar el trabajo, prender el aire si hace calor y disfrutar de este pequeno viaje. Espero que se diviertan, un saludo grande y espero sus comentarios!!

SI LA MUERTE NO VIENE A UNO, UNO VA A LA MUERTE

Hoy estaba trabajando en una isla como de costumbre. Me pasa a buscar mi jefa y me lleva a su casa del otro lado de la bahía. Las características del bote son las siguientes: el material es de plástico y el motor es de 5 caballos. La cuestión fue que me subí al bote y luego se subió el marido de mi jefa.

El tema fue que como nos sentamos de manera opuesta, o sea, supuestamente él siempre se sienta en el lugar donde yo estaba sentado y no estaba acostumbrado a prender el motor de la forma que lo hizo. Resultado de todo esto. El hombre prendió el motor y el mismo apuntaba hacia el barco del vecino en lugar de apuntar hacia mar abierto, de un momento al otro, no me pregunten porque, el tipo perdió el control del motor y el bote se dirigía directamente al barco del vecino. El hombre se desesperó y se tiró al agua mientras yo me quede a bordo intentando controlar el bote pero no lo logre y me tuve que tirar al agua también. Hubiera estado muy bueno si me hubiese tirado en el medio, pero desafortunadamente tuve que hacerlo desde la popa del bote, o sea, del lado de la hélice. Estuve muy cerca de ser rebanado por la hélice.

El bote dio contra el barco del vecino sin causar mucho daño y de rebote fue a parar debajo de la casa del vecino donde quedó atascado. Ahí nomás, después de salir a la superficie, empecé a nadar hacia el bote, me subí y apague el motor. Al segundo salió la mujer del tipo a los gritos porque no entendía nada de lo que había pasado. Imaginen, sale y ve a dos boludos en el agua y al bote en la casa del vecino. Debe haber pensado SE PUEDE SER TAN PELOTUDO? SE PUEDE??? Mi jefa no paro de joder al marido el resto de la tarde: NECESITAS COMPRARTE UN CELULAR PARA EL AGUA???

El resultado de esto fueron algunos cortes en mi pierna y uno en mi espalda. El marido de mi jefa tuvo un par de cortes también en la mano. La conclusión es la siguiente:
A: no confíen en “boludos”
B: si van a una isla en invierno, lleven ropa extra por si se cruzan con un “boludo”
THE END

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