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viernes, 19 de diciembre de 2008

UN POCO MAS DE SHANGHAI




En Shanghai nos quedamos 5 días, tiempo suficiente para hacer la ciudad. El clima nunca acompañó. Frío y lluvia. De Shanghai partimos a Xian, otra de las grandes ciudades de China.
Fuimos a comprar los pasajes y nos dieron varias opciones. El viaje era de 20 horas. Las opciones eran: buena cama, mala cama, sentado o...paradooooo!!!!Aunque no lo crean existe la opción de ir parado 20 horas. Me pareció buena idea poner a mi hermano en una silla dura por 20 horas.
Se trataba del peor vagón. Estaba más que lleno y tenía un olor muy particular, ventanas cerradas, cero aire. Los asientos eran como los del Belgrano: enfrentados y separados por una mesita. La forma de sentarnos era la siguiente: En la ventana, Matías. Yo al lado de él. Al lado mío, una china. Enfrente, una joven y junto a ella, una pareja.

El pasillo ni hablar, ahí vi como era viajar parado. Yo pensaba: "viajemos parados y es obvio que nos acostamos". Ahí entendí: en China viajar parado es VIAJAR PARADO.
A continuación les voy a presentar a un personaje muy particular. La apodamos Lee no me importa nada Chin Fu. Obviamente ese no es su nombre, pero si hubiese podido llamarse a sí misma, se hubiera puesto ese nombre sin dudarlo. Por empezar ni bien arrancó el tren, este personaje se abrió de piernas y brazos y se tiró encima de la otra chica que estaba intentando dormir.

Segundo: se sacó los zapatos. Mi hermano me dijo que no se podía respirar del olor a queso que tenia.

Tercero: cuando el marido se fue al baño, ella aprovechó para estirarse del todo y así ocupar el poco lugar que quedaba en el asiento.

Cuarto: Atentos. Llegaba la hora de la cena. Esta mujer sacó un pollo de una bolsa y lo empezó a trozar. Esto fue acompañado con noodles y una sopa. Luego se levantó, metió la mano en su bolso y sacó una bolsita. La puso arriba de la mesa y se puso a trabajar. Dentro de la bolsa había langostinos. Se puso a pelarlos en la mesa y luego los agregó a la sopa. Para finalizar sacó de su bolso mágico un pepino.

Quinto: por suerte la comidita se terminó, ¿pero qué viene después de la comida? ¿El postre?
No. Viene el cigarrillo. Sin importarle nada se puso a fumar un cigarrillo en el tren, tal vez, el mayor de los crímenes que se pueda hacer en un medio de transporte. Había carteles de “prohibido fumar” por todos lados. Enojados con mi hermano le dijimos por señas que estaba prohibido fumar. Ella se rió y nos hizo la señal de: shhhh, secreto. Muy graciosa. Mi hermano le contó al encargado de seguridad y éste la reprimió diciéndole de todo. Después de todo este show, la china se tiró encima del marido, la otra china y se fue a dormir.A la madrugada no sé por qué me desvelé y sin querer le pegué una patada mientras dormía. Ella se levantó y me empezó a insultar.

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