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miércoles, 22 de julio de 2009

Sigo a 13 horas de Buenos Aires


A continuación voy a contar algunas historias de los personajes con los que vivo. Empecemos.


En primera instancia tenemos a Harry, un pirata inglés del siglo 18 encapsulado en un cuerpo contemporáneo. Harry es toda una leyenda tanto dentro como fuera del hostel. No solo porque dedica su vida a trabajar y viajar sino por la cantidad de periodos que lleva dentro del hostel. Sin embargo esta vez es especial. Ante la eventual crisis económica Harry no tuvo mejor idea que aplicar el siguiente plan:
Se va a internar 2 semanas en una clínica para que le hagan experimentos médicosssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss ... sisi todo por la módica suma de 4 mil dólares australianos. O sea, le van a pagar 12 mil peses para usar su cuerpo y probar, quien sabe que ajaja...cuando le pregunté el motivo no fue que contestó “ tengo deudas terribles que pagar” “ estoy por comprar un terreno” “ África lo necesita más que yo” sino todo lo contrario “ quiero ir a Sudamérica y tomar cocaínaaaaaaaaa”
Otro de los personajes es un argentino, podríamos llamarlo “ el doctor ahorro”. Digamos que su estadía en Australia fue totalmente a pelo, intentó trabajar de todas las maneras posibles, ganó, perdió y volvió a ganar. Finalmente salió a flote. El tema es que pasó las primeras 2 semanas con un presupuesto de....de....de....de.....5 dolareesssssssssssssssssssssssssssssssss!!! “ Mis comidas eran arroz, arroz y más arroz, también recibía donaciones, básicamente las sobras del hostel” “ ah, y descubrí que el supermercado de la esquina tira a la basura la comida que está pasada de fecha, así que me recorrí la basura y algo siempre conseguí” ajajaja un maestro.

Bueno amigos eso es todo por el momento. Me encuentro más que bien sabiendo que todos los días pasa algo nuevo, una nueva anécdota para contar y compartir con ustedes. Espero que sigan más que bien y que tiren para adelante siempre que puedan. Abrazo grande a todos!

domingo, 19 de julio de 2009

Y un día volvió a Viajar por el Mundo.... nueva etapa

19 de julio de 2009

Nadie, ni siquiera Juan, hubiera imaginado que después de dejar el país allá por agosto de 2007, a dos años, la vida lo llevaría de nuevo a salir al mundo.
Y finalmente sucedió... dejó Buenos Aires el jueves para nuevamente ser un ciudadano del mundo.
Esta vez la vida lo lleva a Australia, y después se verá....
Alentemos todos los seguidores a Juan Cruz en esta nueva etapa que se inicia...

el BLOG NO TERMINA, SINO QUE RECIEN COMIENZA...

Matias (hermano, co-editor y compañero de ruta)

jueves, 2 de julio de 2009

"Andarás bien por la 40"


SÚBANSE A LA RUTA 40

Bienvenidos a un viaje único, un viaje solitario, místico, desolado, rodeado de paisajes que concuerdan con lo que uno se imagina. En la ruta 40 las cosas son como uno se imagina que iban a ser. Esa es la propuesta: una ruta desolada paralela a la montaña y donde al único personaje que tal vez uno vaya a ver, es a uno mismo.

Datos
La Ruta Nacional Nº 40 nace en Cabo Vírgenes, Santa Cruz y transita más de 5.100 kilómetros de místico recorrido, enmarcado por antiguos caminos incas, hasta arribar a La Quiaca en la Provincia de Jujuy.Atraviesa algunos de los más importantes destinos turísticos del país y brinda rápido acceso a ellos. Accede a 14 Parques Nacionales y 26 Reservas y Parques Provinciales, se comunica con 41 Pasos Internacionales, recorre 11 Provincias y 5 lugares declarados “Patrimonio de la Humanidad”, 13 centros de Ski, atraviesa 18 ríos importantes e infinidad de secundarios.
El viaje
Estuve aproximadamente 2 días arriba del bus. Seguramente será que ya estoy acostumbrado a largas distancias, pero la verdad que se pasó todo muy rápido. Fue tan agradable el viaje que hasta se armó un bingoooooo aja.

La 40 no cuenta aún con la totalidad de pavimento por lo que se transita sobre tres tipos de caminos en su recorrido. En mi caso hice el viaje: Chaltén, Los Antiguos, Bariloche.

A mitad de caminos nos detuvimos en Los Antiguos, punto de entrada a la famosísima “ Cueva de las Manos”. Quien sabe por qué, los conductores decidieron cambiar de bus y por ello, tuvimos que esperar unas 3 horas. El nivel de inglés de los chofferes era nulo y con ello, las explicaciones. “ Dónde vamos?” “ porqué cambiamos de bus?” preguntaban los turistas en inglés y con razón. “ Nosé que me preguntás mamita” respondían los encargados. Cuestión, se terminó utilizando el método científico argentino: lo atamos con alambre y después vemos. Sin explicaciones, esperamos las 3 horas y después nos fuimos.
El viaje desde el Chaltén a Bariloche sale aproximadamente unos 300 pesos. Si quieren mi opinión, es un viaje altamente recomendable.

Los días pasaron y finalmente llegamos a una de las ciudades más desarrolladas del sur de Argentina: Bariloche.

En Bariloche nos quedamos poco tiempo, alcanzamos a realizar la excursión al Cerro Otto, conocimos el espectacular Hotel Llao Llao y finalmente nos fuimos a recorrer en auto el “camino de los 7 lagos”, tal vez, la obligación que uno tiene si está en Bariloche.
Fueron casi 100 Km. de ripio, mi trasero lo recuerda al día de hoy. Es algo que vale la pena y mucho ya que el camino es fascinante. Se atraviesan lagos escondidos en el medio del bosque. Se puede acampar a orillas de los mismos.

La experiencia en el sur argentino llegaba a su final. Era la hora de volver, no para quedarme sino para planear nuevamente donde ir.








Vivir sin un cajero: Chalten!!



Chaltén
Una mañana nos levantamos y nos fuimos al Chaltén, una pequeña villa turística fundada en el extremo Norte del Parque Nacional Los Glaciares. Detrás de las colosales paredes de granito que dominan el paisaje, se encuentra el famoso Campo de Hielo Patagónico Sur, la masa de hielo continental más importante de nuestro planeta luego de la Antártida. En el imaginario que uno tiene de la Patagonia, creo que este pueblo cuadra perfectamente. Se fundó en el año 1985, todo es completamente nuevo, cuando llegué estaban instalando el primer cajero automático. El pueblo tiene 2 calles principales donde uno puede satisfacer las necesidades básicas: supermercado, resto, hostel, farmacia, policía y agencias de turismo.

En la villa nos instalamos en unos de los tres campings que tiene el complejo. Debo decir que fue de los mejores camping que estuve en mi vida con relación al paisaje que nos rodeaba. Montañas, río, el Fitz Roy, bosques, sol.

Al poco tiempo emprendimos el trekking al primero de los campamentos. Está a solo dos horas de caminata, muy accesible. Los puntos para acampar son bastantes precarios, es mejor mantenerlos así para que se conserve el contacto con la naturaleza. Tal es así que no cuentan con baño.
El primero lo de los puntos se encuentra a orillas de una laguna que tiene como escenario al Fitz Roy. Lo pueden ver en la foto, sencillamente una de las mejores puestas que vi en mi vida. Un día perfecto a orillas de un lago a 1000 metros de altura y en compañía del pico más deseado de Argentina.

Si uno busca soledad, tranquilidad, naturaleza, montañas, deporte, definitivamente el Chaltén es la opción. Ahora si lo que uno busca es dormir sin pensar en lo que pasa afuera, bueno ahí la cosa cambia. Por la zona donde está, los vientos son casi huracanados.

Una de las noches, sentí en carne propia el poder del viento patagónico. El viento fue constante durante todo el día y a la noche se intensificó, digamos unas 4 veces más. Como pensé que la carpa no iba a aguantar, tuve que recurrir a la ley número uno del boy scout: me tomé una botella de vino y me olvidé del problema ajajaa. A la mañana me levanté como si nada, podrían haber bombardeado la montaña y yo ni enterado.

Los trekings en el Chaltén son accesibles para todos. El más lejano se encuentra a 5 horas desde la base. Los senderos están perfectamente marcados y señalizados, las pendientes no son pronunciadas y además uno puede ir tomando el agua de los arroyos. Si no está seguro, es recomendable llevarse unas gotas como purificador. Yo tomé agua y no tuve ningún problema.

El tiempo del Chaltén había llegado, como siempre era hora de dar el próximo paso. Este lugar me demostró que todavía quedan lugares sin explorar, donde hay todo por hacer. Si bien es un área bastante turística, el hecho de que sea un pueblo relativamente nuevo le agrega un sabor especial.

Un pueblo al pie de la montaña nos lleva a la simplicidad de las cosas, la vuelta a estilos de vida del pasado y deja abierta la tan trillada pregunta: se puede imaginar una vida alejada del urbanismo y la tecnología?

Más Calafate!!



El Glaciar

De los recorridos más espectaculares que habré hecho en mi vida fueron los 50 Km. que dividen al Calafate con el Glaciar. Montañas, paisajes áridos típicos de la patagonia y en compañía del Lago Argentino. A medida que uno va entrando en el parque nacional puede ver como la vegetación varía, los bosques aparecen, las montañas se cubren de flores y espectaculares árboles, vegetación tupida, y sobre todo, vemos una extensión de lagos. Un arco iris se sumó a la cita, un marco realmente de película.
Otras de las curiosidades es que se puede atravesar la finca donde ocurrieron los trágicos hechos de la “patagonia rebelde”

La llegada al glaciar fue de las cosas más espectaculares. El anfitrión: un bloque de hielo de cinco kilómetros de longitud y sesenta metros de altura. No por algo está considerada como la “ 8 maravilla del mundo”.

En el glaciar se pueden hacer tres cosas básicamente. La primera es un treking en el glaciar que cuesta alrededor de 300 a 400 pesos. La segunda es caminar por las pasarelas y el costo se paga sólo con la entrada al parque: locales 6 pesos, turistas como 40.
La tercera de las opciones es tomarse un barco que sale 50 pesos y recorre 1 hora por el glaciar. Yo hice las pasarelas y el buque.

Uno de las atracciones que ofrece el glaciar es observar las rupturas ocasionadas por la erosión del agua. El turista puede gozar de este espectáculo a sólo unos 400 m de distancia, en instalaciones especialmente creadas para la observación.

En un momento me dio hambre y me fuí al bar a comprar algo. Al entrar, me encontré con esta situación: Dios creó al hombre, al mundo y la naturaleza. Cuando se puso a pensar sobre cómo hacer de eso una de las cosas más espectaculares del universo, nunca, pero nunca se imaginó que iba a haber un japonés mirando una película a pasos del glaciar. Me están jodiendo? En fin...

Antes de irme del Calafate me gustaría hacer una recomendación. Si hacen una caminata para el lado del lago van a encontrar unos campos vírgenes rodeados de flores y caballos, a orillas del lago, donde uno puede ver flamencos y todo tipo de aves. Del otro lago de la tranquera se puede pasar a la playa, donde si el día acompaña podrán ver que el agua es totalmente verde por los desprendimientos del glaciar!!

Costos
Debo decir que el Calafate es más parecido a Londres que a la Argentina. En uno de mis primeros días me arrimé a un humilde almacén de campo. Algo simple, un sándwich de jamón y queso, nada de queso francés, mariscos o especias traídas especialmente de Agra. El costo era de 20 pesos!! Una cama en un dormi en un hostel cuesta 50 pesos.
Debo decir que me sentí un turista todo el tiempo o mejor dicho, el único argentino. Hay nacionalidades de todo tipo pero los que más abundan en el sur son los israelitas.


Volver para volver a irse: PATAGONIA 09




El lugar más loco que fui en mi vida, fue la vuelta a casa.
Hace casi 6 meses que estoy en Argentina. El primer mes habrá sido uno de los más raros de mi vida. Por empezar no podía creer que estaba rodeado de argentinos, en los 16 meses que me tocó estar de viaje no tuve muchas oportunidades de encontrarlos, si compartí vivencia y generé amistades, pero nunca vi a más de 40 argentinos juntos.

Mis primeras reacciones fueron propias de un turista. Caminaba por Buenos Aires y no dejaba de mirar edificios, monumentos, plazas, emblemas. Me compré una guía de Buenos Aires y comencé a redescubrirla.

Luego del primer mes en Buenos Aires, ya estaba listo para empezar de nuevo. Decidí gastarme lo que me quedaban de ahorros en lanzar una expedición al sur. Cuando uno vuelve, no solo tiene curiosidad por conocer más sobre su lugar sino también por el país que nos rodea.
Después de ver tantos escenarios, sentía que no podía no conocer “el Perito Moreno”. Fue así como partí de Buenos Aires al Calafate donde me quedé 4 días y luego desde ahí, salté al Chaltén.

Calafate
La primera impresión de un lugar habla mucho del lugar en sí. Un aeropuerto de 2 x 2 en el medio de la nada, rodeado de montañas y del magnifico Lago Argentino, un marco que definitivamente puede colocar cualquier mente en blanco.

El viaje lo emprendí con Leah, una australiana que conocí en Sydney y que, ni bien le conté sobre la Patagonia, no dudó en cruzarse al otro lado del mundo para conocerla.
Nos tomamos un bus que sale aproximadamente 20 pesos hasta el pueblo. Vale la aclaración: el bus te deja en el hotel, camping u hostal.

Lo primero que hicimos fue llegar al camping donde supuestamente íbamos a hospedarnos. El único problema fue la fecha: 16 de enero. El camping se parecía más al estadio obras en pleno recital de los Piojos. Había perros que querían entrar y no podían, estaba totalmente cubierto. Gente por todos lados, no quedaba ni una parcela. De ahí arrancamos una larga caminata en busca de un nuevo refugio hasta que llegamos a otro de los camping. Hay 3 en la ciudad. El costo es aproximadamente 20 pesos por persona.

Desde Buenos Aires, uno se imagina “ ohhh, patagonia, camping, montaña, lagos, la brisa del viento, un arco iris se levanta, un cóndor te estrecha la mano, un río te guiña el ojo” La realidad no tubo nada que ver con eso. El camping era el patio trasero de una casa, donde tuve que pelear mano a mano con un par de perros que querían romperme la carpa y comerse nuestra comida. Armamos la carpa rodeados de perros que solicitaban nuestra atención y nos fuimos a caminar por el pueblo.
El calafate está turisticamente bien preparado. El pueblo en sí no es muy agradable ya que no tiene tanto encanto como si lo tiene el Chaltén, por ejemplo. Tiene un Casino, terminal de Bus, Restaurantes, miles de agencias de viajes, camping, hostels, algún que otro bar y hoteles que parecen de otra dimensión.